¡Hola preciosas! Llevaba tiempo para hacer esta entrada sobre la mascarilla negra de skeen, pero no sé por qué me ha costado tanto encajarla. Quizás porque tenía otras entradas que las consideraba más importantes, o apetecibles. Pero bueno, aquí está, ya no podía dejarla más tiempo sin publicar.
Hace algún tiempo, y os lo he mencionado ya en varias entradas (aquí por ejemplo os lo conté), aproveché un descuento (cómo no, yo y mis descuentos, jeje) que hizo la marca en su web para poder probar algunos de sus productos.
La mascarilla negra de Skeen me llamaba mucho la atención por ser una mascarilla purificante con ácido hialurónico y ya estaréis hartas de leer, en este blog, que soy amante absoluta de este ácido.
Lo que nos cuenta la marca sobre este producto:
"Mascarilla energizante y purificante con Arcilla Negra y Ácido Hialurónico para un efecto dermatológico reiluminante y anti-fatiga inmediato. Deja la piel visiblemente más fresca, lisa y detoxificada.
Resultado clínicos:
- Purificación intensa
- Revitalización
- Cutis radiante
- Defatigante
- Afinamiento de la textura cutánea.
- Textura-crema untuosa: frescura, enjuague fácil.
Moléculas
- Arcilla Negra (Ghassoul) purificadora y regenerante
- Ácido Hialurónico Puro de alto peso molecular: rehidrata, rellena, revitaliza la piel
- Vitaminas A y E reforzantes
- Aceite de Almendra Dulce apaciguante
- Manteca de Karité nutriente"
Debido a esto, no podía dejar pasar la oportunidad de poner este producto en la cesta de esa compra, evidente, jeje. Pero lo que se me pasó por alto era que el test clínico de este producto fue realizado por tan sólo 22 voluntarios. Si ya me parecen pocas las personas que suelen testar estos productos, 22 me parece que roza el mínimo.
Sólo os pongo las moléculas, que es lo importante, porque sinceramente, de ingredientes no tengo ni idea, no he estudiado eso y no voy a dármelas de saber sobre ello.
Esta mascarilla negra de Skeen se llama en realidad Masque Noir Revitalisant, así que ya veis por qué no la llamo por su nombre, jeje.
Es una mascarilla de arcilla de color gris antracita más o menos, vamos, oscura. Su textura es untuosa y agradable, no es seca como podemos pensar en un arcilla normal.
Se extiende bien y es fácil controlar la cantidad, es decir, puedes perfectamente poner una fina capa o una bastante gruesa.
Al aplicarla da una sensación de frescor en la piel bastante apreciable. No es excesiva pero tampoco es leve.
Yo soy de las que abuso y suelo aplicar una capa generosa, quedándose el tono oscuro como en el tarro. Si aplicas una capa fina el color es clarito.
Cuando se empieza a secar tira ligeramente, al fin y al cabo lleva arcilla y sabemos cómo seca este producto.
Si seguimos las instrucciones, aplicamos generosamente y retiramos a los 10 minutos, no da tiempo a que esta mascarilla negra de Skeen se seque sobre la piel.
A los 10 minutos se aclara y Skeen, como bien podemos ver en su descripción, dice que es fácil de aclarar. Pues bien, evidentemente discrepo. Es fácil en el sentido de que al mojar la piel con agua no hay que frotar para eliminarla. Basta con un suave masaje circular para ir eliminando los restos de mascarilla.
Pero ojo, al ser de este color, al haber puesto una capa generosa y al ser tan untuosa en mojado, pues qué queréis que os diga, a mí no me parece de fácil aclarado. Es más, yo aprovecho y me la aplico antes de la ducha para retirarla en ella, porque no sabéis la que se monta si pretendes retirarla en un lavabo.
Mi experiencia después de usarla:
Al aclarar y secar la piel da la sensación como si estuviese seca de la grasa natural de la misma. Paso los dedos por ella y no resbalan, parece que pasa a tirones, no sé si me explico. Pero esta sensación va desapareciendo al cabo de un rato.
Respecto a los poros, se nota que los limpia, pero no es infalible con ellos. No más que con un gel limpiador normal, la verdad, y con la luminosidad.... pues tampoco veo una luminosidad excesiva.
En cuanto a la hidratación debida al hialurónico, qué queréis que os diga, no noto nada, pero tampoco noto la tirantez que se supone que te dan este tipo de mascarillas.
Todo esto son percepciones mías, claro. Pero es que además, ahora tengo un aparato (del que os hablaré más adelante) que me da información sobre el estado de mi piel. Lo seca o grasa que está en el momento que la mides, el nivel de hidratación y el estado de aspereza de la misma.
Y claro, al tenerlo hice la prueba con este producto, ¿queréis conocer el resultado?
Pues mirad. Si hago las mediciones antes de ponerme esta famosa mascarilla negra de Skeen, habiéndome lavado previamente la cara con un producto de limpieza "hidratante" los parámetros que me indica el aparato son:
- La hidratación de mi piel está en un 36% (una piel bien hidratada está por encima del 37%). No está lejos de lo que se indica para que esté bien hidratada, pero hay que tener en cuenta que lo que he hecho ha sido limpiar la piel, no hidratarla. Por eso creo que está genial.
- El estado de mi piel es seco.
- Tengo una piel equilibrada aunque algo áspera (este parámetro varía en función de la hidratación y grasa).
Es de suponer que si este producto, con ácido hialurónico, reilumina, suaviza y es detox, además de ser revitalizante, deja una piel más suave y luminosa, ¿qué menos que mejore en algo los parámetros de antes, no?
Ay, ¡qué cruz! pues no, no lo hace. Los parámetros que obtengo son exactamente los mismos, es que no varía absolutamente nada. Y sinceramente, para eso casi que ni me la aplico. Producto descartado.
A veces pienso que soy la antiblogger de belleza, jaja. No veo las mismas cosa que el resto. Aunque claro, cada piel es un mundo y puede ser que la mía sea de una especie raruna, jajaja. Bueno, fuera de broma, en mi piel no ha funcionado, pero no puedo decir que sea un mal producto, simplemente no me hace nada.
Y a todo esto, no os he dicho el fallo tremendo que tiene este envase. Resulta que es un tarro de cristal, no apto para patosos. Encima la etiqueta donde vienen instrucciones e ingredientes está bordeando el bote entero. Es decir, para abrirlo tienes que quitar toda la tarjeta que lo envuelve. Y me pregunto ¿donde está lo guay de tener un envase con la etiqueta con su info por otro lado? Porque a mí me parece un tremendo rollo tener que guardar la etiqueta por separado. Vamos, que ha estado en el cajón hasta que he conseguido hacer las fotos. Ahora os podéis imaginar dónde anda esa tarjeta.
En fin, que sigo sin encontrar una mascarilla que me limpie e hidrate. Menos mal que me la compré con un 40% de descuento, si no me tiro de los pelos. Y no, no pienso volver a comprarla.
Y vosotras, ¿habéis probado esta mascarilla negra de Skeen? ¿La conocíais? Las que sí la habéis probado ¿os gusta?
Si tenéis algún producto que prometa estas cosas y para vosotras lo cumpla, por fi, dejádmelo en comentarios y así investigo un poco.
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Besos y sed felices.